MENDOZA. (Enviados especiales). Pasaron 48 años de su primera edición, y podemos decir que la Copa Argentina actual, la que se entregará hoy en el estadio Malvinas Argentinas a Atlético o River, no se parece en nada a la que era en ese entonces. Por suerte para el “Decano” (que llegó a su primera final en esta edición 2016-17), los cambios fueron para bien y se aprovechó de un exponencial evolución del torneo.
A la de 1969, la primera edición, la jugaron apenas poco más de una treintena de equipos entre los que no estaban los clasificados a la Copa Libertadores para ese año. El premio no era económico y aunque había un boleto a la vieja Recopa Sudamericana de Clubes (un torneo a nivel internacional de menor envergadura que la actual Copa Sudamericana) no representaba un torneo competitivo para la época. Lo mismo sucedió con la de 1970, la segunda edición, conquistaba también por Boca.
El salto que pegó desde allí hasta la siguiente fue temporal y cualitativo. En 2011 se reanudó la Copa en la que ya participaron casi 190 equipos, haciendo del torneo algo mucho más federal. Con dinero en premios para todos los participantes a partir de 32vos. de final, seducía a muchos clubes del ascenso aunque no terminaba de ser una prioridad para los de Primera. Aún así, Boca se quedó con ese título y se ganó la clasificación a la próxima Copa Sudamericana. El premio seducía un poco más a los equipos más grandes pero aún así varios todavía mandaban a los suplentes a jugar los partidos del torneo.
La importancia que tiene esta Copa para Atlético actualmente es muy alta. Hasta esta edición, la más relevante para el club, sólo había pasado la segunda ronda en 2012, cuando cayó con Racing en cuartos de final.
La posibilidad de lograr un título nacional de Primera y volver a clasificar a la Copa Libertadores, lo sedujo para seguir avanzando, pese a tener serias obligaciones en la Superliga.
“Para nosotros sería histórico salir campeones de esta copa”, admitió Luis Miguel Rodríguez, que jugó la mayoría de los partidos en el torneo. “Me parece que es una Copa que cada año toma más protagonismo. Creo que es importante, porque empiezan más de 100 equipos. Estar en la final lo tomo como un mérito muy importante de los jugadores”, declaró Ricardo Zielinski.
La otra cara
Para River no es lo mismo que para Atlético, pero no deja de ser importante en sí misma y por su coyuntura. “La Copa Argentina es en este momento para River la final del mundo”, dijo Enrique Bologna, arquero del “Millonario” tras una de las últimas derrotas que sufrió el equipo en la Superliga, torneo en el que quedó relegado. Hace poco, se había quedado afuera de la Copa Libertadores.
“Son muchos los condimentos que tiene disputar una copa de estas características. Jugar con equipos de diferente categorías te hace enfrentarte a distintas realidades, y eso es bueno”, resalta Marcelo Gallardo, que con su equipo debió enfrentar en esta Copa a clubes de la D, como Atlas, de B Nacional, como Instituto y Deportivo Morón, de la B Metropolitana, como Atlanta y aún así puso titulares para la mayoría de los partidos. Incluso para el duelo con este último (el “Bohemio”) guardó sus mejores piezas, poniendo suplentes para el partido previo, justamente con Atlético. Todo esto, aún ya estando clasificado a la Copa Libertadores, es decir, sin la necesidad de ganarse el cupo en la final de hoy. Cupo, que ya fue para el “Decano”.
Un buen incentivo
Los premios económicos también son un incentivo a partir de las ediciones más modernas, aunque no sean en dólares. El campeón ganará más de $ 4.000.000 y se sumarían a una cifra muy similar, acumulada desde los 32vos. de final.
Entonces bien, con 99 participantes, varios millones en premio y un boleto a la Copa Libertadores, ya no sólo es un premio consuelo, sino un desafío importante para todos los equipos